sábado, 2 de julio de 2011

Una gran lección.

- Qué decepción, tía. Me siento patética.
+ ¿Por?
- Después de todo lo que hemos hecho, nada ha salido como queríamos. Todo ha sido en vano.
+ ¿Cómo que no? ¿Y los momentos que hemos vivido?  Momentos únicos. ¿Eso no cuenta? ¿No han merecido la pena?
- Sí. Pero no los hemos inmortalizado...
+ Claro que sí, en ti. Cuando recuerdes este día, más que la decepción, recordarás esa tarde tan mágica que hemos pasado.
- Tengo que aprender a ser tú. A reírme de lo bueno, pero sobre todo, de lo malo. A ver la vida con otros ojos. A plantarme una sonrisa en la cara cada vez que este jodido mundo me dé una buena hostia. Y, ¿por qué no? A hacer lo que sea que me haga sentir bien sin importar el resultado. Esa es la clave.
+ Mañana mismo empiezas.
- No, voy a empezar ahora. Justo ahora. 


Hay personas que te enseñan una gran lección sin saberlo.


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