sábado, 10 de septiembre de 2011

Llegas a mi vida.

Llegas a mi vida y le das un giro de 180º sin tan siquiera avisar. Llegas y yo te acabo queriendo y tú dices quererme. Eres importante, me enamoro, lo escondo y te añoro... y entre llanto y llanto palabras de consolación para ti, y entre llanto y llanto te quiero que no son para mí. Ahora te alejas, te vas, pero dices no querer que yo me vaya. Explotas. Como una bomba de relojería, y todos tenían corazas menos yo, que acabé herida con mi estúpido corazón al descubierto, entre llantos y sábanas manchadas por su sangre.
Y así transcurren los días, entre falsas promesas a mí misma. Falsas promesas de que un día te olvidaré, como tú me olvidas a mí...


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